Ayer tuve la grandiosa oportunidad de brindarme un orgasmo sensorial viendo The Fountain, cuyo título en español fue cambiado de manera infame a La fuente de la vida. Y digo infame porque este título no dá sentido al argumento o resume la obra, simplemente confundirá al espectador promedio.
En principio, The Fountain no es una película apta para todo público. Y aunque a mas de algun adolescente (y algun otro no tan jovencito) se le este haciendo la boca agua, no encontraremos escenas de sexo explicito (ni implicito), violencia extrema o alguna de esas cosas que etiquetan a las cintas de no aptas para menores. Me refiero a que The fountain está concebida no para entretener, sino para contar una historia que refleja el mundo interior del director Darren Aronofsky(lo mismo que hace un poeta, pero con solo palabras).
Es agradable ver el resultado de muchos años de trabajo duro, porque The fountain estuvo plagada de problemas desde su inicio como proyecto en el 2002 cuando Cate Blanchet y Brad Pitt serían los protagonistas del filme, donde despues de haber firmado contrato y tener a la gente lista para grabar, el rubio de oro de Hollywood decidió dejarlo "porque no era favorable para su carrera", aceptando hacer Troya, de la cual no tengo una muy buena opinión. Decir además que Aronfosky rechazó realizar Batman Begins por este proyecto.
Despues de reescribir el guión para hacerla mas barata y contratar al Wolverine de X-Men, Hugh Jackman y como co-estrella a Rachel Weisz, se pudo concretar la obra y es lo que nos presentan hoy en los cines.
La película, según mi siempre discutible opinión, es un canto a los sentimientos. Amor, Dolor, Angustia, Desesperación, impotencia, aceptación, resignación. Es el tortuoso camino que debe recorrer Tommy Creo (Hugh Jackman), un reputado neurocirujano que vive la desesperación de tener una esposa con un tumor cerebral. El doctor Creo lucha por descubrir una cura para el mal que padece su mujer Isabel (Weisz), mientras ella intenta que el doctor pase con ella sus últimos momentos, aunque al mismo tiempo comprende y anima a su esposo a que continúe, ya que Tommy ve en los progresos de sus experimentos la cara de la esperanza. Isabel comprende y acepta que está en la etapa terminal de su paso por la existencia consciente y no reprocha a su esposo el tiempo que pasa en sus laboratorios mientras ella empeora día a día. Tal vez debido a que es consciente de que, a pesar de la inutilidad del intento, él necesita algo tangible a que aferrarse. Isabel, como última muestra de amor escribe un pequeño libro, que espera sirva a Tommy para aceptar lo que le depara el futuro.
Lo que a simple vista podría parecer un argumento facilmente comprensible, se entreteje con la historia que escribe Isabel y los pensamientos de Tommy para crear dos realidades paralelas que rivalizan entre sí por hacer patente el dolor y los sentimientos que atraviesa el protagonista. A eso me refería cuando decía que esta obra es similar a una poesía, puesto que el planteamiento de Aronofsky está dado a demostrar su muy particular percepción de nuestro paso por la vida y la muerte como generadora de creación, es utilizar la compilación de imagenes y sonidos para demostrar su creencia en quela vida no es lineal, sino cíclica.
Aún con esta red "realidades" la atmósfera de dolor y emotividad creada por la historia de Tommy no es abrumante. Tal vez nos veamos inicialmente arropados por este desdoblamiento en la historia, que resulta confuso a las primeras de cambio, pero se torna imprescindible más tarde, según evoluciona la trama. Estas historias paralelas y colindantes, le dan un sentido ritmico interesante a la obra y el resultado final es un cocktail de emociones que degenera en el orgasmo sensorial al cual me referí en la primera linea de este post.
La puesta en escena de Aronofski es genial, una fotografia Preciosista en todo sentido y un manejo de los filtros y la luz muy cuidados; intercalando Tonos de oscuridad, luz blanca y tonalidades doradas como se intercalan la historia del libro, la realidad y los pensamientos de tommy en su viaje a Xibalbá (una estrella moribunda). solo se puede tachar el abuso de los primeros planos y los acercamientos extremos a los rostros de los protagonistas, develando que Isabel es una mujer con abusndante pelo facial... aunque esto tal vez sea una analogía al Arbol de la Vida que tambien es peludo.
Hugh Jackman se luce en su papel, plasmando en cada faceta de la historia las emociones inherentes a su personaje, lo que hubiese sido suficiente para poner al público dentro de la historia (no hacia falta verle levitar). A mi parecer Jackman demuestra que es un Actor Dramático con mayúsculas (ya antes hizo lo suyo en The Prestige), dejando un poco en el camino a una Rachel Weisz que hace un trabajo correcto, mas no sobresaliente.
En fin, un film metafísico y poético a partes iguales, una historia que evoca los sentimientos pero no en extremo, con tantas posibles interpretaciones como espectadores.
